Amor, conocimiento, piedad
Un ejercicio simple aunque revelador de los propios valores e ideales consiste en imaginarse en el final de la vida – por ejemplo, asistiendo imaginariamente al propio funeral (actividad de reminiscencias dickensianas), o redactando nuestro epitafio. Esa eternidad imaginaria se consulta de esta manera para extraer de ella algunas intuiciones –exploramos ese futuro para explorar…