Quien transitare las aulas de alguna facultad de psicología estará más o menos condenado a encontrarse con caricaturas de las teorías o conceptos psicológicos que estén excluidos de la hegemonía teórica imperante.
En otras palabras, se dicen estupideces surtidas en la facultad y en otros lugares de formación, lo cual lleva a repetir todo tipo de errores y distorsiones con las cuales más de uno ha hecho carrera. El conductismo en particular ha sido objeto de numerosos errores y malentendidos. Es comprensible, después de todo: se trata de un abordaje psicológico particularmente complejo, bastante alejado del sentido común, y con una larga tradición de comunicarse como el culo con otras tradiciones y con el público general. Quien suele llevarse la peor parte de estos errores y malentendidos es Skinner, en tanto es la figura más reconocida de la tradición conductual.
Leyendo un artículo (DeBell and Harless, 1992) en el cual se describen e investigan algunos mitos en torno a las opiniones de Skinner, me encontré con la cita que hoy les compartimos:
A menudo se acusa a Skinner de retratar a una raza humana sin individualidad. Fue criticado con vehemencia por la aparente falta de humanismo en su trabajo más controvertido, Más allá de la libertad y la dignidad (1971). Skinner se sorprendió por lo que él pensó fue el extraordinario malentendido respecto a este libro. La verdad es que probablemente fue uno de los más idiográficos de todos los pensadores o teóricos psicológicos o (Hall & Lindzey, 1978; Liebert y Spiegler, 1982). Skinner (1974) dijo: “Un individuo es indudablemente único. Nadie más (a menos que tenga un gemelo idéntico) tiene su dotación genética y, sin excepción, nadie más tiene su historia personal. Por lo tanto, nadie más se comportará exactamente igual“(pp. 167-168). Skinner se ocupó del individuo. Su diseño experimental básico involucra sujetos individuales. Sus resultados experimentales fueron reportados como registros individuales en lugar de datos promediados. Creyendo que “esconden más de lo que revelan“, prescindió de las estadísticas excepto para contar (Watson, 1978, p. 603).
Entre todas las principales ramas de la teoría psicológica, la de Skinner es la que enfatiza más claramente la metodología de caso único (Hall y Lindzey, 1978). Además, los principales conceptos de Skinner con respecto a las leyes de comportamiento, como el refuerzo y el castigo, se definen únicamente en términos de su efecto en un individuo. Adicionalmente, fue el principal desarrollador y defensor de las máquinas de enseñanza y otras formas de instrucción individualizada. Era altamente crítico de la educación por no incorporar estos métodos. Skinner (1984) declaró: “Dejen de hacer que todos los estudiantes avancen al mismo ritmo. Dejen que se muevan a su propio paso “(…) Skinner (1956) creyó firmemente que observar a los individuos es la vía para descubrir las leyes de la conducta (…)
Quizá necesitemos corregir estos errores cuando nos encontremos con ellos, aunque probablemente ni siquiera a Skinner le hubiera importado mucho ser malinterpretado. El artículo termina con esta anécdota: “recientemente, Hans Eysenck le preguntó [a Skinner] cómo podía soportar ser tan mal interpretado. Skinner respondió que necesitaba ser entendido solo tres o cuatro veces al año.”
Nos leemos la próxima!
Referencias
DeBell, C. S., & Harless, D. K. (1992). B. F. Skinner: Myth and Misperception. Teaching of Psychology, 19(2), 68–73.