El universo de cinco minutos

Leo en Borges: “Russell (The análisis of mind, 1921, página 159), supone que el planeta ha sido creado hace pocos minutos, provisto de una humanidad que “recuerda” un pasado ilusorio.”

La cita despierta mi curiosidad así que busco el texto original de Russell, que reza así: “En primer lugar, todo lo que constituye un recuerdo está sucediendo ahora, no en el tiempo pasado al cual el recuerdo se refiere. No es lógicamente necesario para la existencia de un recuerdo que el evento recordado haya ocurrido, ni siquiera es necesario que el pasado haya existido en absoluto. No hay ninguna imposibilidad lógica en la hipótesis de que el mundo surgió hace cinco minutos, exactamente en su estado actual, con una población que recuerda un pasado totalmente irreal. No existe una conexión lógicamente necesaria entre eventos en diferentes momentos; por lo tanto, nada de lo que está sucediendo ahora o sucederá en el futuro puede refutar la hipótesis de que el mundo comenzó hace cinco minutos (…) No estoy sugiriendo que la inexistencia del pasado deba considerarse como una hipótesis seria. Como todas las hipótesis escépticas, es lógicamente defendible, pero carece de interés. Todo lo que estoy haciendo es utilizar su sustentabilidad lógica como ayuda en el análisis de lo que ocurre cuando recordamos.”

Borges es más escueto y efectivo, Russell es más técnico, pero en cualquier caso puedo resumir torpemente la idea: es completamente posible que el mundo haya sido creado hace cinco minutos, ya completamente formado y poblado por seres vivos, entre ellos seres humanos que comparten una ilusión colectiva a la cual llaman pasado. Sea que imaginemos la creación del universo como resultado de la acción de alguna hipotética entidad omnipotente (Jehová, Ra, Thanos), o como fruto del mero azar cósmico, se trata de algo de algo que es improbable, pero no imposible; un mundo creado ya maduro y poblado.

La idea es completamente absurda, claro está, pero difiero con Russell sin embargo: creo que no carece de interés, en absoluto. Entretengámosla como verdadera, sólo como experimento mental, y pensemos en las consecuencias de que el mundo haya sido creado hace cinco minutos.

Si todo el universo (incluyéndonos), surgió hace cinco minutos, eso significa que casi todos sus recuerdos son falsos, meras ilusiones. Vinieron a la existencia hace cinco minutos, lo cual implica, lamento informarles, que todo lo que han hecho durante su existencia ha sido leer este artículo. Les pido disculpas y permiso para ocuparles algunos minutos más.

La hipótesis del universo de cinco minutos significaría que nunca han dado un beso, no realmente. Tienen solamente recuerdos ilusorios de besos pasados, pero ningún beso experimentado. Nunca han visto a sus amigos, nunca han visto las estrellas ni la luna, no conocen el sabor de la sal, no han sentido el calor del sol. Sus caídas y fracturas son ilusiones, como también sus orgasmos y decepciones. El mundo de cinco minutos involucra también que todo está por experimentarse aún. Que la próxima vez que vean a un ser querido será la primera vez. Que la próxima canción que escuchen será la primera. Que el próximo bocado y la próxima copa de vino serán los primeros. Implica que nuestros rencores se basan en ilusiones, como también nuestras vergüenzas, pérdidas, y limitaciones.

Significa también que todo está esperándonos ahí afuera, tanto experiencias dolorosas como placenteras, pero en todo caso experiencias reales. Significa que la vida está ahí, empezando en estos cinco minutos.

Les ofrezco entretener esta pregunta, sólo por hoy: si este fuera el primer día real de su existencia, si todo fuese a ser experimentado por primera vez, ¿cómo lo atravesarían? ¿Con qué clase de ceremonia, respeto, o apreciación vivirían estas horas? ¿Cómo experimentarían los siguientes cinco minutos, si fueran los primeros de su vida?

Nos leemos la próxima.