El inconsciente en el conductismo – Citas ilustradas

Hace un tiempo compartí aquí mismo una cita sobre el inconsciente, extraída de los Cuadernos de Skinner (Notebooks, Prentice-Hall, 1980), un volumen en el que se compilan observaciones breves hechas por Skinner sobre una amplia gama de temas, generalmente formuladas desde una perspectiva conductual. El fragmento que compartí fue sobre el inconsciente considerado como historia. Ahora bien, varias páginas más adelante, me encontré con otro fragmento sobre el mismo tema pero abordado desde un ángulo ligeramente diferente, y es esto lo que querría compartirles hoy.

La cita en cuestión es la siguiente:

Cuando recientemente hablé al personal del Hospital McClean, alguien me preguntó cómo manejaría el inconsciente. Respondí que la conducta, sus variables controladoras, y las relaciones entre ellas, no incluyen ni presuponen un estado conciente. En los términos de Freud sería inconsciente. Freud mismo mostró que la conducta no demanda conciencia. La conducta conciente se construye sobre la conducta inconsciente cuando las comunidades verbales inducen a las personas a hablar sobre sí mismas. (p.353)

Este fragmento es esencialmente idéntico a este pasaje en Contingencies of reinforcement (1969):

A menudo se le pregunta al conductista “¿Y qué hay respecto a lo inconsciente?” como si presentara un problema especialmente difícil, pero el único problema es la conciencia. Toda conducta es básicamente inconsciente en el sentido de que está moldeada y mantenida por contingencias que son efectivas aunque no sean observadas o analizadas de alguna manera. En algunas culturas, incluida la nuestra, prácticas bien establecidas de autodescripción generan conciencia en el sentido presente. No solo nos comportamos, sino que observamos que nos comportamos y observamos las condiciones bajo las cuales nos comportamos.

Una tercera cita, esta vez proveniente de Whatever happened to psychology as the science of behavior? (1987), reitera el mismo argumento:

Toda la conducta, humana y no humana, es inconsciente; se vuelve “conciente” cuando los ambientes verbales proporcionan las contingencias necesarias para la autoobservación (…) cuando se nos pregunta sobre lo que hemos hecho, sobre lo que estamos haciendo, lo que estamos por hacer, o por qué.

Vale la pena apuntar que el inconsciente teorizado por Freud no es solo conducta sin conciencia, lo cual es señalado específicamente por Skinner en el segundo texto que hemos citado, por lo cual no debe considerarse que estas citas explican el concepto de inconsciente freudiano. Por supuesto, el objetivo de Skinner en el texto no era explicar el concepto –a fin de cuentas, no es necesario que una teoría explique los conceptos de otra, sino sus observaciones. Sólo se está dando cuenta de lo que es una observación válida: la conducta no demanda conciencia (de paso, si les interesa, hace un tiempo compartimos aquí la reseña de una investigación en la cual se condicionó conductas de personas sin que tuvieran conciencia de ello, click aquí para ver el artículo).

La conciencia desde esta perspectiva es algo añadido, una conducta más compleja o de segundo orden que surge, presumiblemente, cuando la comunidad induce a la persona a observar sus propias conductas y el contexto relacionado con ellas. Desde el punto de vista del conductismo, pareciera entonces que la conciencia no es un fenómeno inexorable, sino que requiere un mínimo de lenguaje y de sociedad.

Espero les hayan gustado las citas. Nos leemos la próxima!